miércoles, 7 de junio de 2017

LOS TROVOS DE LA ALPUJARRA



EL TROVO

El trovo constituye una especie de poema popular, generalmente improvisado y a veces dialogado, que es cantado con acompañamiento instrumental. La fiesta del trovo aparece como espectáculo no profesional; supone un ejercicio lingüístico de ingenio y adopta diferentes orientaciones en su contenido: filosófico, de actualidad, satírico, burlesco, amoroso, lírico, panegírico.
Todos los años hay un festival de trovos en La Alpujarra.
El Festival de Música Tradicional de la Alpujarra, es la manifestación más importante del folclore alpujarreño. Se celebra con carácter anual desde 1982, el segundo domingo de agosto, en alguna localidad de las Alpujarras granadina o almeriense, que varía para cada ocasión. Tiene carácter de concurso, otorgándose varios premios según especialidades.
El Festival se complementa con una feria de productos artesanales y de oferta gastronómica y turística, y con unas jornadas de trabajo con músicos y folcloristas. La principal función de la Comisión, de este festival , que cada año se celebra en una localidad diferente en toda La Alpujarra, es velar por que el Festival se mantenga fiel a su filosofía de recuperación del folclore tradicional, del trovo, de la música y el baile de la zona. Este festival es muy conocido y recoge a muchísima gente

Aquí pongo algunos de tantos trovos como hay
El trovo es la luz más pura
que a mí me va iluminando,
con él me voy alumbrando
el campo de mi cultura.
Sino soy una figura
soy un trovero genial
y en este mundo ambiental
hay una gracia conmigo,
que todo lo que yo digo
es de la luz natural
Yo voy a trovar, Miguel,
ahora que estoy a tu lao.
Si te encuentras preparao
tú me vas a responder
y que te conste saber
que en décima y en quintilla
tú no olvides que el Sevilla
para el trovo es muy largo
y soy aquél perro galgo
que acuesta arriba te pilla

Hermosa Virgen de Gádor
que estás al pie de la sierra,
ruega por los mineritos
que están debajo de tierra
Este tiempo traicionero
me ha enredado con su trama,
puso a mi mujer en cama
y a mí a hacer de cocinero.
A veces me desespero,
no sé encontrar los aliños,
trato al fuego sin cariño
porque se apaga la tea
y me hace la humarea
llorar lo mismo que a un niño

A UNA MARIA

Qué guapa eres María,
tu sonrisa me disloca
y por besarte tu boca
María mi vida daría.
Y aún estando en agonía
emprendamos dulce roce
intróito de mutuo goce
colocándonos los dos
como agujas del reloj
a tiempo de dar las doce.

MARIA NO SE CALLA

Las gracias te doy por
el piropo que me ofreces,
que la verdad descarneces
víctima de un grande error.
Impulsado por dolor,
porque tu mal no remedia

tu triste ilusión se asedia.
Y de emprender algún roce
tu aguja en vez de las doce
imita a las seis y media.