En las faldas del cerro de la Cruz, en sierra de
Gador.
Sus orígenes empiezan casi seguro, en la época
romana, pero su historia comienza en la época musulmana, ligada a toda la
historia de la Alpujarra.
Huécija es de perfil aristócrata y monacal,
consecuencia de haber sido cabeza y capital de un señorío a lo largo de cuatro
siglos.
Destaca el convento de los Agustinos por su magnífica
torre, fue fundado a principios del siglo XVI, servía de defensa y protección
para los cristianos pero fue saqueada, siendo la iglesia actual reconstruida en
el siglo XVIII. La iglesia de Ntra. Sra. de La Anunciación fue también construida
en el siglo XVI de estilo mudéjar. También cabe destacar el lavadero.
Rodeado de naranjos, olivos y
parras, con bonitos paisajes, aparece como un vergel con una plaza con rasgos islámicos,
cubierta por grandes castaños resaltando el almiar, una fuente termal, utilizada
en época romana, y luego hamman árabe. Alicún, con estructura árabe, encaramado
en la ladera de la montaña, presidiendo los valles Andarax y Nacimiento.
Destaca la iglesia de Ntra. Sra. de
la Encarnación de principios del siglo XX, se construyó para sustituir a la
antigua, que aun se puede contemplar el camarín con cúpula de su
capilla mayor en el cementerio de la localidad. Y
como no, destaca su fuente que mana del fondo de una balsa, la cual fueron los
baños termales, también la fuente de la mina.